Terror político, persecución oficial, acoso mediático
El ciudadano ecuatoriano medio, medianamente informado desde
espacios internacionales debido a la ausencia de medios públicos
independientes, la falta casi absoluta de medios comunitarios, la total carencia
de medios privados éticos y honestos, y ante la mediocridad y desvergüenza
periodística de los medios nacionales comerciales, no puede menos que preguntarse,
a casi 18 meses de la llegada al poder del hoy presidente Lenín Moreno, a qué
le tiene tanto terror el nuevo gobierno del país, hoy aquejado de senilidad por
su evidente retroceso ideológico.
Ese ciudadano medio empieza ya, a pesar de la campaña sucia
oficial y mediática que trata de deslegitimar y enlodar las acciones del
gobierno anterior, a comparar lo hecho por la RC hasta sus últimos días en mayo
de 2017, con lo realizado en estos 18 meses de burda exhibición de odio
destructivo en todas las esferas de la administración pública.
Porque
si las realizaciones del gobierno en los distintos ministerios y secretarías no
muestran hasta hoy ninguna acción de relieve y de beneficio para la comunidad, en
contrate dramático sus actuaciones dentro y fuera del país han sobresalido
apenas por su afán persecutorio a los funcionarios anteriores, por sus payasadas
“cuánticas” en escenarios nacionales e internacionales, por la sustitución del
Programa de gobierno con el que se llegó al poder, por el exigido desde la
derecha capitalista financiera perdedora en los comicios de febrero y abril del
mismo año, y por la desvergonzada
sumisión a la voluntad del Imperio. Sumisión claramente manifestada por el
acatamiento a las instrucciones impartidas hace algunos meses por el emisario
Mike Pence con relación a la recuperación de la Base de Manta o medidas
similares y a la posición claudicante con respecto a Venezuela y su gobierno,
probadamente democrático en más de una docena de elecciones libres y
supervisadas. Porque Mr. Pence no vino precisamente a felicitar al gobierno
por sus altas dotes administrativas, sino a dejar anotada y subrayada la Agenda
gubernamental para los próximos años.
Es tan evidente la falta de personalidad y de independencia
del actual gobierno frente a los dictados del Imperio, que ayer tuvo la
desfachatez de publicar con muy sentido orgullo burocrático, que se había
recibido “una llamada del Departamento de Estado”, o sea de la Casa Blanca.
Como si la Casa Blanca fuera pródiga en llamadas de felicitación y como si el
Secretario Mike Pompeo se distinguiera por el respeto que le merecen los países
del Patio Trasero.
La pregunta es pertinente. Porque ese terror político sin
duda tiene causas evidentes, pero también evidentes causantes: los dos
principales funcionarios del gobierno anterior, Rafael Correa y Jorge Glass.
Y
no es falto de motivaciones ese terror político. Ese ciudadano común, que votó en
mayoría precaria pero mayoría al fin por la continuidad de un proceso administrativo
que durante 10 años logró, a base de trabajo y de recursos utilizados con
decisión y eficiencia, construir un país indudablemente mejor que el que
recibió en 2009, ha visto primero asombrado, luego preocupado y hoy
decididamente inquieto, cómo el país va de tumbo en tumbo y sus ejecutores solo
atinan, sin prisa pero sin pausa, a tratar de desmontar diez años de logros en
materia de obras públicas, de relaciones internacionales basadas en la
soberanía y en la dignidad, de políticas favorables al sector mayoritario de la
población jamás atendido por los regímenes anteriores, y de gestos soberanos y
humanitarios de protección a personajes víctimas de las tropelías del Imperio,
urgido de silenciarlos al costo que sea para que no muestren sus lacras y
vergüenzas ante la opinión pública mundial, como han hecho los investigadores
Julian Assange, Bradley Manning y Edward Snowden. Porque ya conocemos de sobra
el ilegal e inhumano trato que se le está dando al ciudadano ecuatoriano Julian
Assange, protegido por el Derecho Internacional en la Embajada del país en
Londres.
Lo
grave es que ese terror político a la imagen positiva de los mandatarios
anteriores, presente cada día más por comparación en el imaginario popular y la
poco a poco recuperada memoria colectiva, no ha generado en el gobierno una
respuesta en términos constructivos, haciendo las cosas en mayor medida y mejores
que el gobierno anterior. Porque no solo el pueblo popular extraña al anterior gobierno por sus acciones positivas. También una parte importante del empresariado nacional PRODUCTIVO, no especulador, empieza a ver con preocupación que la inoperancia del gobierno les impide los negocios con el Estado porque ni siquiera la mitad del Presupuesto Nacional del 2018 ha podido ser ejecutado por física incompetencia y mediocridad del actual aparato estatal. Y, por supuesto, porque ante la reversión del 20% de las regalías del petróleo para las Multinacinales, como lo exigió con carácter Rafael Correa, al mísero 13% para el país y 87% por las petroleras externas, obviamente las arcas nacionales no tienen con qué hacer un puente y menos una autopista o un aeropuerto. Si acaso, otro Malecón 2000…
No.
La respuesta del Presidente Moreno y su equipo se ha limitado a la
desvergonzada exhibición de la falta de criterio y de carácter ya señalados
arriba, y a la demolición paulatina de una obra monumental que conviene
degradar para llevarla a subasta pública con invitados conocidos: las empresas
multinacionales que no han invertido un céntimo pero las comprarán a precio de
huevo, y los empresarios criollos favorecidos, por su adhesión oportunista al
régimen, con la repartija del botín nacional.
¿Obras propias de este gobierno
en 18 largos meses? Ni una sola. Aunque el Presidente sí ha sabido explotar ladinamente
la culminación de alguna no terminada por el gobierno anterior, para inaugurarla
como propia con bombos y platillos bien instrumentados por la Basura Mediática
del país, convertida desde 2009 en tribuna de odio a la RC, y ahora en altavoz
de las escasas y mortecinas luces de la mediocridad gubernamental.
Pero
el odio y la persecución a los titulares del anterior gobierno, no se limita
solo a la perorata permanente que le endilga a esa administración todos los
errores y vicios que la imaginación gubernamenal es capaz de construir desde la
sima de su perversidad, sino que se ha permitido transgredir los límites éticos
y jurídicos propios de la administración de justicia, en el caso de los juicios
prefabricados contra Presidente y Vicepresidente anteriores. Además de haberse
llevado por delante sin escrúpulo alguno, los de la ética simplemente humana
con el inhumano trato al Vicepresidente Jorge Glass. Denunciando así si el
propósito perverso de aniquilarlo vitalmente para sacarlo del camino por la vía
del crimen de lesa humanidad.
Es
tanta la desvergüenza criminal del gobierno, que hasta se atreve a impedir que
la Cruz Roja Internacional, institución con jurisdicción humana en todo el
planeta, intervenga para proteger la vida del funcionario perseguido e ilegal e
injustamente encarcelado, que no ha tenido otro recurso, ante la negación de
los legales que le corresponden, que acudir a una medida extrema como la huelga
de hambre para llamar la atención sobre el desconocimiento de sus derechos
constitucionales y la negación injurídica de su inocencia.
Y
a toda esta exhibición de mediocridad, desvergüenza y criminalidad oficiales,
la Basura Mediática nacional aplaude y difunde, torciéndolos, los hechos que
ocurren, con inmoral entusiasmo.
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