¿Acata y respeta EUA SU Constitución?
Un repaso algo detenido a la Constitución de los EE
UU, redactada por los llamados Padres Fundadores (John Adams, Benjamin
Franklin, Alexander Hamilton, John Hay, Thomas Jefferson, James Madison y
George Washington), y aprobada por las 13 colonias iniciales (Massachusetts,
New Hampshire, Rhode Island, Connecticut, New York, Pensilvania, New Jersey,
Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia),
con sus 7 Artículos de 21 Secciones y las 27 Enmiendas aprobadas y ratificadas
entre diciembre de 1791, las 10 primeras, y la No. 27 en 1992, nos indica que
no todos los párrafos de ella han sido respetados y cumplidos a rajatabla, o
entendidos sin subterfugios por los 45 sucesivos Presidentes de los EUA.
Unos más que otros, a caballo del Destino Manifiesto y
la Doctrina Monroe con su Corolario Roosevelt, todos los presidentes se han
dado mañas para eludir, evadir o reinterpretar a su acomodo algún párrafo
“incomodo”, sobre todo cuando se refiere a las relaciones con los demás países
del Orbe, a los que siempre han considerado como aliados sumisos e irrestrictos
o enemigos reales o imaginarios, jamás como amigos.
La frase “EE UU no tienen amigos permanentes ni
enemigos permanentes sino Intereses permanentes”, no es nueva ni es made in
usa. La dijo mucho antes el Viejo Imperio inglés por boca de Lord Palmerston,
su Primer Ministro hacia mediados del S.XIX, pero la han repetido y puesto en
práctica los EEUU por boca de, cada uno en su momento, John Quincy Adamas
cuando se cocinaban el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe, y John Foster
Dulles, Secretario de Estado de Dwight Eisenhower, en los inicios de la Guerra
Fría.
Y si del Tercero y Cuartos Mundos hablamos, todos
ellos son objetivo de su Destino Manifiesto (Divino, por cierto) o rincón
aprovechable de sus Patios Traseros, sobre todo América Latina. Pues América es
toda para los Americanos… Del Norte, claro. Y los amigos nunca pueden ser
objetivo de ambición ni de dominio: son amigos. Por eso, el Imperio no los
tiene.
Pero más allá de lo anterior, es posible y quizá
necesario analizar el asunto en un mundo en el que el hasta no hace mucho EUA
era la única Potencia que fijaba las reglas de la Geo Política mundial a las
demás naciones, no sin reconocer que la antigua Unión Soviética era un intento
de freno a tal hegemonía, y que la China milenaria siempre ha sido una muralla
–literalmente– de contención, aunque sea en teoría, a las pretensiones del
Destino Manifiesto.
Hoy, cuando un mundo multipolar se va consolidando con
dos grandes naciones euro asiáticas enfrentadas al ya discutible Poder de los
EUA, es importante analizar si la Constitución de Philadelphia es aplicable
solo al Territorio de los EUA, o sus artículos y enmiendas pueden abarcar
territorios ubicados más allá de sus fronteras geográficas, e incluso en las
Antípodas de ellas.
¿Era ese intento de dominio unipolar de la naciente
nación lo que estaba en la mente de los Padres Fundadores, a despecho de que
hayan sido ellos mismos los que redactaron y aprobaron las primeras 10
Enmiendas? Es parte de lo que se investiga con destino a un análisis a fondo de
las pretensiones de dominio mundial de la Potencia solitaria surgida de la
Segunda Guerra, pero hoy ya no tan solitaria en el Podio Mundial del Poder
Político y Militar. Pero esta vez solo veremos los aspectos generales. Los episodios
puntuales serán motivo de una Crónica posterior y su correspondiente análisis.
Sin embargo y para reducir el campo en este artículo,
diremos que entre todos los artículos, secciones y Enmiendas, quizá las que han
sido más proclives a “revisarse” para reinterpretarlas o, simplemente, para
pasárselas por la faja, han sido 3 de las 4 Primeras de las 10 inicialmente
aprobadas por los Padres Fundadores.
Intento
de Análisis
“Enmienda
I
El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una
religión como oficial del Estado o se prohiba practicarla libremente, o que
coarte la libertad de palabra o de imprenta, o el derecho del pueblo para
reunirse pacíficamente y para pedir al gobierno la reparación de agravios”.
Comentario:
Si bien los Padres Fundadores se cuidaron de no
mencionar a Dios en el Prefacio de la Constitución como razón de ser de sus
ideas y propósitos, lo cierto es que la religión cristiana es oficial para
todos los efectos en la cultura de los EUA, contradiciendo no solo el espíritu
sino la letra de la Primera Enmienda. Si la costumbre se hace Ley o la
promueve, es natural que el uso y la práctica la hagan también aunque no se
exprese en el Texto Constitucional. No solo sus billetes encomiendan a Dios su
economía –in God we Trust– sino que no hay ceremonia oficial –empezando por la
Posesión de los más altos funcionarios– que eluda el juramento sobre la Biblia,
incluidos los declarantes en algún juicio, con independencia de si son o no son
creyentes en algo. La Religión Cristiana en EUA es voluntariamente Auto
Impuesta. Ratificada por los gobiernos de turno en cualesquiera ocasiones
pertinentes. Y la costumbre, se hace Ley. Aunque sea solo de manera implícita.
Y si hablamos de Libertad de Palabra o de Imprenta, o
sea de Expresión, el mero reciente recuerdo de Julian Assange, perseguido con
saña y con la complicidad de países tercermundistas como lo hizo el Gobierno de
Ecuador y con el apoyo de sus aliados del Reino Unido; o el de Edward Snowden
en buena hora asilado en Rusia pues de lo contrario andaría con sus huesos en
Guantánamo; o el de Chelsea Manning, de nuevo prisionera a pesar de haber sido
puesta en libertad sin condiciones por el Presidente Obama, esta vez por
negarse a declarar contra Assange, podemos al menos sospechar que el Derecho a
la Libre Expresión y a la Libertad de Prensa, los tiene sin cuidado.
Y en cuanto a “reunirse pacíficamente para pedir al
gobierno la reparación de agravios”, habría que preguntarle al espíritu de
Martin Luther King, de Rosa Parks, de Muhammad Alí o de los negros esclavizados
del Sur, si los agravios recibidos por siglos han sido alguna vez reparados o
si al menos les han permitido pedir pacíficamente esa reparación. El Movimiento
de Albany entre 1961 y 1967, la Campaña de Birmingham de 1963/64 por los Derechos
Civiles, que culminara con el asesinato de Martin Luther King en Menphis en
1963, la negativa de Rosa Parks a cederle el asiento a un blanco en el autobús
o el rechazo a participar en la Guerra de Vietnam por Muhammad Alí, son
muestra fehaciente de la clase de respeto que por los Derechos Humanos han
tenido y tienen los mandatarios y autoridades del Imperio.
Y eso, ayer. Hoy lo pueden atestiguar los pueblos de
Siria, Venezuela, Iraq, Irán y Palestina, asediados, cercados, amenazados o directamente
asesinados por Marines y mercenarios contratados, o por las FF AA israelíes,
socias incondicionales en el antedicho “respeto”, y tan valerosas contra niños
y pobladores desarmados que defienden sus tierras del oprobio invasor del
Pueblo Elegido.
¿Será necesario hablar de la principal de las
Libertades Civiles, la de Pensamiento? O bastará con recordar la Infame época
de J. Edgar Hoover al mando del FBI y la persecución a quienes pensaran
diferente, bajo el cobijo y protección seudo legal del Macarthismo.
“Enmienda
II
Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la
seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y
portar armas”.
Comentario:
Si hay un artículo de la Constitución de Philadelphia
que haya sido inveteradamente interpretado al amaño no solo de los mandatarios
del Imperio, de los congresistas o de los Miembros de la Asociación Nacional
del Rifle, sino por toda una cultura de violencia y de muerte que no cesa desde
el inicio de las Guerras Indias hasta el último tiroteo en alguna escuela,
cafetería o parque público, es esa de que “no se violará el derecho del pueblo
a poseer y a portar armas”.
Ocurre que ese Derecho no es ni debería ser general,
porque no es un “Derecho Ciudadano”, a pesar de su acomodaticia interpretación.
Es una Enmienda en bien de la Seguridad de los Estados y es privativa de “una
Milicia bien ordenada”. Es decir, de un Cuerpo armado Estatal o Federal. No es,
por lo tanto, derecho automático de cualquier hijo de vecino con ansias homicidas
o vengativas, o con tendencias asesinas provenientes del Culto a la Muerte que
impera en la cultura Far West de su nación.
El sentido lato de la Enmienda indica que deben ser
“Milicias Organizadas” las que pueden poseer y portar armas. No los 300 millones
de Billy The Kids en potencia que sobreviven, matan, mueren y compran armas
entre México y Canadá. Lo cual permite señalar que solo en los EE UU ocurren
tantos atentados individuales en "tiempos de paz" contra grupos de personas, niños o adultos,
hombres o mujeres. En Canadá también es libre el porte y adquisición de armas…
Pero no se matan entre ellos… Tal vez faltó allá la espectacular idolatría por
los Jesse James, los Docs Hollydays y los Al Capones…
Ahora bien, ¿por qué esa tan conveniente
interpretación por mandatarios, legisladores y ciudadanos (en su mayoría) de la
II Enmienda en favor de la libre venta y uso de armas?
Muy sencillo. Porque el gran negocio de los EE UU como
nación y como Conglomerado empresarial capitalista, NO es la Vida. Es la
Muerte. Lo dijo Richard Nixon en su primer mandato: “La industria armamentista
es la locomotora que arrastra el tren de la Economía de los EE UU”. Y como
Negocios son Negocios, a ellos se les sacrifica todo. Desde la vida de sus
propios ciudadanos, que les importa un comino, hasta, por supuesto, la del
resto de la humanidad. Recordemos Hiroshima, Nagasaki, Viet Nam, Iraq, su
Guerra Civil, sus pistoleros sin freno ni medida, sus asesinos en serie, sus
psicópatas tiroteadores, en fin.
Si filosóficamente, como dijo Martin Heidegger, el ser
humano es un “Ser hacia la muerte”, sistémicamente la Cultura de los EE UU es,
por derecho propio bien ganado, Una Cultura hacia el crimen. De Estado o
individual. La vida para el aparato industrial militar de los EE UU, es lo de
menos. Sacrificable con tal de que se vendan armas a quien pueda pagarlas.
Business are business.
“Enmienda
IV
El derecho de los habitantes de que sus personas,
domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones
arbitrarias, será inviolable, y no se expedirán al efecto mandamientos que no
se apoyen en un motivo verosímil, estén corroborados mediante juramento o
protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser registrado y las
personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas”.
Comentario:
La enmienda anterior ya sería objeto de estudio
crítico si se refiriese exclusivamente al Derecho mencionado con respecto a los
ciudadanos de los EE UU, a menudo pisoteado por las milicias locales o por la
Guardia Nacional en no pocas ocasiones y con pretextos no del todo
“constitucionales”, fundamentalmente contra minorías negras, latinas o
árabes. Sin embargo, el desprecio por esta norma fuera de las fronteras de los EUA, es peor y más abusiva que dentro de ellas. El inventario de guerras provocadas y de invasiones realizadas a otros países por los EUA, es tan vasto que no cabría en este artículo.
Recordemos cómo fue el asunto en la invasión policial
en Washington a la sede de la Embajada de Venezuela… O, como el Arte solo
muestra o interpreta la realidad de una Cultura, echen un vistazo a las
estupendas Series Policiales de la Teve o de Netflix o al cine de Hollywood en
no pocos casos… Ahí verán cómo las gastan el FBI, la CIA, la NSA o la Simple
Policía Distrital cuando persiguen algún sospechoso… Negro o latino, casi
siempre.
¿Y el resto de la Constitución de los Padres
Fundadores?
Ya veremos… Ese paño tiene muchas costuras.
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