REFLEXIÓN INFORMADA SOBRE EL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA

         Ayer, en un post que publiqué en mi Muro FB, inquiría sobre quién era el candidato que la Revolución Ciudadana había designado en formula con el ex Presidente Rafael Correa para la Presidencia del Ecuador a partir de mayo de 2021. Y exponía mis preocupaciones y dudas al respeto, nacidas de un hecho simple: Alejado de los avatares del Poder Político, los altos funcionarios de los gobiernos de los que he sido testigo como residente y ciudadano, me son casi desconocidos. Los que logro ubicar por mi trabajo periodístico, son desde luego los que más “suenan” no tanto por sus capacidades y labores cuanto por su presencia en los medios de prensa por las razones que sean.

Pero Andrés Aráuz no fue un Funcionario vedette sino un aporte fundamental durante el Gobierno de Rafael Correa. Tuvo bajo perfil porque, eso pienso hoy que lo conozco mejor por las informaciones recibidas de lectores de este muro, mis propias investigaciones sobre el personaje y varias entrevistas que le he visto y escuchado, no estuvo ocupado pantalleando sino trabajando por el país desde los cargos que desempeñó, como Ministerio de Conocimiento y Talento Humano con responsabilidad sobre los asuntos vinculados a las Dependencias del Estado relacionadas con su cargo, hasta el de Ministro de Cultura encargado a la salida de Raúl Vallejo. Ello, aparte de su trabajo anterior, desde 2007, en el SENPLADES y en el Ministerio Coordinador de Política Económica.

Es, pues, Andrés Araujo Galarza, un Técnico en asuntos Económicos con diversas especializaciones en su área en el exterior, y de indudable capacidad y eficiencia.

Como dije arriba, no era hasta ayer muy conocido por su voluntario bajo perfil: estuvo ocupado trabajando, y eso habla muy bien de su carácter y su personalidad.

De manera que el binomio de la Revolución Ciudadana, Aráuz/Correa, si se consigue eludir la persecución política que el nombre de Rafael Correa suscita en la ultra derecha del país, limitada legalmente durante 10 años en sus excesivos y corruptos privilegios, y en los Medios de “Des-Información” que en los 10 años de su gobierno se vieron forzados a exponer la verdad sin manipulaciones ni distorsiones mediáticas en función de intereses no precisamente nacionales, y puede presentarse a eleciones en enero del próximo año, tiene la posibilidad de retomar el rumbo administrativo y económico que el país iniciara en 2007 y viera no solo interrumpido sino destrozado a partir de mayo 24 de 2017, y enderezar al cauce hacia el futuro de toda la nación. Sin privilegios de clase, de origen, de ideologías ni de creencias. La Nación ecuatoriana es todo lo diversa que muestran su historia, sus pueblos y sus culturas, pero es UNA en su concepción Política y es UNO el camino que tiene al frente en la búsqueda de su destino.

Por cierto, encuentro entre ambos, Rafael Correa y Andrés Aráuz, una cierta similitud en sus trayectorias, con alguna ventaja para el actual candidato a la Presidencia. Rafael Correa, como le he dicho y escrito en varias ocasiones, llegó muy tarde a la política y a la Administración Pública, y muy temprano al Poder. Su paso de 3 meses como Ministro de Economía de Alfredo Palacio, fue muy fugaz aunque sin duda le permitió darse cuenta de que el país, en manos de una plutocracia neoliberal desbocada en sus privilegios y ambiciones, necesitaba de un Cambio profundo en sus estructuras administrativas para poder enfrentar con alguna seguridad el futuro.

Que en solo 10 años haya logrado construir un país distinto, lo reconocerá la historia. Y que en solo 3 años el sucesor, artífice de la traición y títere ejecutor en la destrucción, haya echado por la borda casi todo lo conseguido en la indudable Década Ganada, también es algo que reconocerá la historia para INRI y desmedro de los protagonistas del desastre.

Pero, si la desmemoria, la ingratitud, la ignorancia, la mentira y la persecución jurídico política no lo impiden, y el pueblo ecuatoriano se permite y se atreve a observar la enorme diferencia entre el país que recibió Rafael Correa en 2007, el que entregó a su innoble sucesor en 2017 a pesar de la crisis y del terremoto de 2016, y los despojos que hoy quedan luego de casi 4 años de corrupción, mediocridad, insensibilidad e ignorancia de todo el aparato gubernamental actual, la fórmula Ciudadana podrá, desde mayo 24 de 2021, enderezar las cargas maltrechas, reanudar el camino emprendido en 2007 y enfrentar el futuro de la mano de la experiencia política del futuro Vicepresidente, y el entusiasmo y la experiencia administrativa del hoy Candidato a la Presidencia.

Creo que para entrever las posibilidades que se le abren el país en términos de Economía, Justicia Social, Progreso y Desarrollo a partir de mayo de 2021, bastaría con mirar lo realizado en los 10 años de Gobierno de la Revolución Ciudadana, lo deshecho en 3 años de corrupción y desgreño administrativo, y el futuro que le espera a la nación ecuatoriana si no rectificamos el camino, enderezamos las cargas como buenos arrieros, y reemprendemos la marcha torpedeada por la traición y la estulticia.

Gran Triunfo, Buen Tiempo y Buena Mar para los futuros mandatarios del país. Y una frase algo agorera pero necesaria:

 

COLETILLA: Si no rectificamos y recuperamos la patria en enero/21, no tendremos el futuro al que aspiramos y al que tenemos derecho. Tendremos el que mereceremos por indolentes, desmemoriados y cobardes.