¿Hay autoridad moral para juzgar al gobierno de Venezuela?



Ya no es sintomática sino evidente la derechización de la política latinoamericana, salvo el no sorprendente pero sí positivo, en términos de una reacción en el futuro mediato de las fuerzas progresistas, de la victoria de AMLO en México a fines de 2017. Triunfo al que sería prematuro agregar el del candidato conservador pero supuestamente independiente Nayib Bukele, en El Salvador, quien suscita más dudas que certezas tanto para la derecha como para la izquierda.
         Sin embargo, la fuerza comunicacional del llamado Grupo de Lima, que el gobierno venezolano menciona con más exactitud como el Cartel de Lima por sus orígenes y objetivos tan cercanos al Imperio, es también evidente en los Medios de Comunicación del continente, todos alineados, con unas pocas excepciones que se pueden contar con los de los de una mano, con las directrices de Washington, y controlados por conglomerados económicos cuyos intereses no son los de los pueblos del subcontinente. El ejemplo de Colombia es claro, según lo informa la Página 2Orillas esta semana: Los 4 Grupos Económicos más poderosos del país, controlan la gran mayoría de medios y, sobre todo, los más importantes e influyentes: El Tiempo, El Espectador, RCN, Caracol, Revista Semana. Lo cual no es, desde luego, ninguna garantía de imparcialidad, objetividad ni democracia en la información, el análisis y la opinión.
         A ello se debe, por cierto, la avalancha mediática contra el gobierno de Venezuela, acusándolo, para justificar la intervención del Imperio disfrazada de “Ayuda Humanitaria”, ayuda que ya la Cruz Roja Internacional se encargó de cuestionar por sus mínimos alcances y sus intenciones torcidas, de todos los males que han sido los históricos del continente de la Democracia Representativa, es decir, de “falta de democracia, elecciones amañadas, ilegitimidad, irrespeto a los derechos humanos, intolerancia, corrupción y un largo etcétera de falencias de las cuales los gobiernos del Cartel de Lima exhiben abultado prontuario.
         Los casos de Argentina, Chile, Brasil y Colombia son patentes y no es del caso repetir lo que los escasos medios independientes ya han denunciado en repetidas ocasiones: su irrestricta alineación con la Casa Blanca. El caso ecuatoriano es menos evidente, no solo porque la implementación de un nuevo “estilo” de gobernar por el hoy Presidente Lenin Moreno es muy resiente como para hacer olvidar del todo lo que fue el país durante la Revolución Ciudadana de 2007 a 2017, sino porque los medios ecuatorianos no trascienden más allá de las fronteras del país, como sí lo hacen los de las naciones mencionadas en este párrafo. Aún no pertenecen del todo a los Grandes Conglomerados Mediáticos y, por lo tanto, no se les puede catalogar, como en los países antedichos, como la Gran Prensa. Aunque dentro de las fronteras de la Mitad del Mundo, su influencia es todavía tan grande como perniciosa.
Al mejor estilo de La Nación, El Tiempo, O’Globo, El Universal o El Comercio de Lima, para no mencionar el Miami Herald o CNN, toda la prensa escrita ecuatoriana y sus canales de televisión, mienten distorsionan los hechos, manipulan la información real, acuden, más a menudo de lo que la ética periodística le exige, a las fake news contra el gobierno de Venezuela, y no desde Nicolás Maduro sino desde los primeros tiempos de Hugo Chávez, presentado a menudo como “Dictador” a pesar de sus repetidas y numerosas victorias electorales, todas ellas avaladas incluso por la Fundación Carter, poco susceptible de ser tildada de comunista y ni siquiera de progresista.
Pero veamos el caso ecuatoriano analizando uno a uno lo principales “delitos” que según el “nuevo” gobierno ecuatoriano comete el de Venezuela.
1.- Falta de Democracia: Este punto, si hubiera sido válido en algún momento, no por lo que acontece en Venezuela donde 25 elecciones legales, limpias, transparentes y supervisadas internacionalmente a lo largo de 20 años califican sin fallas la Democracia del país caribeño, sino por la legitimidad del gobierno de Ecuador, dicha “legitimidad” acaba de ser echada a la basura por el propio Presidente Moreno al “Delegar” sus funciones, decreto 660 mediante, en 4 amanuenses a los que nadie eligió para gobernar pero que tendrán en adelante el ejercicio de las funciones presidenciales ante el paso al costado –abandono del cargo– por parte del Titular de la Presidencia.
A lo anterior se agregan algunas otras muestras de Democracia protagonizadas por el Gobierno; acusación sin pruebas de delitos inexistentes contra el Vicepresidente elegido en su fórmula, Jorge Glass, y su apresamiento sin juicio legal para alejarlo de la Presidencia por su posición “Correísta”; desconocimiento del Consejo de Participación Ciudadana sin intervención de la Asamblea como manda la Constitución, y nombramiento a dedo de remplazos “provisionales” que se han convertido en definitivos; actuación misma de dicho Consejo ante situaciones políticas en las cuales su Presidente Julio Cesar Trujillo, anciano miembro de la vieja patidocracia ha dicho y demostrado que la Constitución no le vale un comino y que en el País rige su voluntad omnímoda; nombramiento anticonstitucional de un nuevo Vicepresidente, el tercero en el Mandato actual por destitución de los dos anteriores, ilegalmente el primero, Jorge Glass, y por la Asamblea Nacional la segunda, Alejandra Vicuña.
Con tales muestras democráticas del gobierno de Lenin Moreno puertas adentro, su alineación con Washington y el Grupo de Lima para “exigir” al gobierno venezolano “eleciones libres e inmediatas”, ya deja de ser excesiva muestra de cinismo político para convertirse en ridículo continental. Pero, según lo que ha demostrado Lenin Moreno en sus viajes al extranjero, hacer el ridículo no ha sido precisamente su preocupación personal y ni siquiera de recato presidencial.
2.- Elecciones limpias. Prueba fehaciente de que las elecciones limpias no han sido preocupación del gobierno Moreno, se encuentran en la Consulta Popular de abril de año anterior, írrita no solo porque dos de las preguntas fueron evidente y cuestionable anzuelo para conseguir la aprobación popular de las preguntas que en verdad interesaban al régimen y a sus patrocinadores, la derecha empresarial y financiera, acudiendo a las emociones que suscitan temas como el abuso sexual contra la niñez y la protección de la naturaleza, sino por la índole totalmente anticonstitucional de la Consulta misma: No fue aprobada y ni siquiera sometida a estudio por parte de la Corte Constitucional. La misma oficina jurídica de la OEA, en declaración reciente, calificó dicha consulta de improcedente por su origen espurio e inconsulto.
3.- Legitimidad. De acuerdo con las Promesas de Campaña del actual Presidente, durante la cual abrumó de elogios a su antecesor Rafael Correa y prometió a sus electores CONTINUIDAD en un Proyecto Político del cual formó parte desde sus inicios, actitud que lo llevo indudablemente al triunfo en las dos jornadas electorales, la Legitimidad del gobierno de Lenin Moreno ha sido tan precaria que ha desaparecido del todo: no solo tomó distancias de su antecesor en la misma semana del triunfo electoral, sino que desde entonces se ha dedicado a desmontar todo el Proyecto Político que lo puso en la Presidencia, para asumir y reforzar el Programa de gobierno de la derecha perdedora en las elecciones. Eso es cualquier cosa menos Legitimidad.
4.- Respeto a los DD HH. No es esta la asignatura en la que el gobierno de Lenin Moreno pueda mostrar algún progreso y sí, más bien, inocultables retrocesos. Ya no hay, desde luego, confrontación del Presidente con los Medios de Comunicación por su falta de ética, objetividad e imparcialidad en sus publicaciones, al parecer los únicos derechos humanos que interesan a la que Atilio Boron llama La Canalla Mediática, pero lo cierto es que la desaparición de personas ha vuelto a tener dolorosa presencia en el país; la eliminación paulatina de las Escuelas del Milenio y la reaparición de escuelas unidocentes sin condiciones favorables a la educación de la niñez rural, los feminicidios (y no solo femicidios), más de una docena en los últimos dos años, denunciados por organizaciones de mujeres; la represión latente o real de las FF AA y de la Policía contra manifestantes, impidiéndoles acercarse siquiera a las inmediaciones del Palacio de Gobierno, meta obvia de una manifestación contra medidas gubernamentales, todo ello indica que en Materia de Derechos Humanos el gobierno de Lenin Moreno pierde el año desde hace rato.
5.- Tolerancia. Si la tolerancia se mide por la aceptación del otro, contrincante o adversario, no ha sido esa virtud la favorita del gobierno Moreno. Su odio al anterior Presidente y mentor político, derivado no tanto del hecho de que se sienta inferior en capacidades administrativas y ejecutorias políticas sino y sobre todo en la enorme diferencia de prestigio internacional que presentan uno y otro, esta es también materia deficitaria en el actual mandatario. También en tolerancia pierde el año.
6.- Corrupción. Esta es quizá la mayor de las pruebas en las cuales el gobierno Moreno, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, ha venido cayendo en las profundas simas de la corrupción sobre la cual no ha escatimado críticas ni señalamientos sin prueba alguna, con respecto a su antecesor.
 La sola tendencia a degradar las más importantes obras públicas por falta de mantenimiento y por acusaciones falsas de sobreprecios y construcción deficiente, cosa que no ha sido comprobada en ninguna de las obras importantes que funcionan todas de manera eficiente, a pesar de la campaña sucia mediática, no solamente para denigrar los positivos resultados obtenidos en esta matera por el gobierno anterior, sino para devaluarlas y venderlas, como lo viene haciendo ya desde hace varios meses, a la empresa privada, ya es signo evidente de corrupción por parte de algunos de los más altos funcionarios del gobierno, amigos y socios del gran empresariado nacional, ansioso de hacerse con el control económico de un inventario de Obras Públicas sin precedentes en la historia del país. Todo ello es muestra inequívoca de las altas cotas de corrupción que manchan de manera indeleble la página de exámenes éticos del Gobierno ecuatoriano actual.
No hay duda, finalmente, de que el Gobierno del Ecuador, al asumir y aceptar sin condiciones las imposiciones de la Casa Blanca frente a Venezuela, no solo se ha convertido en uno más de los peones del Imperio, sino que viene haciendo méritos suficientes para ser aceptado como Socio del Cartel de Lima. Con lo cual, sin duda, pasaría a la historia de la traición a un Proyecto Político eminentemente popular, para sumarse sin reservas ni dignidad a la fila de los gobiernos del Patio Trasero.


Comentarios

Entradas populares de este blog

CRÓNICAS NOSTÁLGICAS… Conversando con artistas y poetas

¿NO SOMOS NADA EN EL UNIVERSO? ¿EN SERIO?

FONDOS DE INVERSIÓN. EXPLICACIÓN SIMPLE