REFLEXIONES

REFLEXIONES SOBRE LIDERAZGO

A propósito de un mal entendido por odio primario, por resentimiento mezquino, por oportunismo inconsciente o por simple falta de comprensión de lo que se lee o se escucha.

Antecedentes
Uno de los errores más graves en la enseñanza del uso y comprensión del lenguaje en el país, es el que deviene de la mala, y a menudo pésima, comprensión de lectura (y de la simple escucha), que tal vez tenga su origen en el viejo concurso del “Libro Leído”, mal remplazo del “Libro Comprendido”. Y mala copia del excelente análisis y comprensión de lectura que prevalece en la educación gringa. Y que se deriva, en parte, de un vicio gramatical que ha hecho del “se vende colas” una especie de patente de corso para atentar contra una elemental regla de concordancia que no tiene excepciones: El verbo y el adjetivo concuerdan en la frase con el sujeto (sustantivo), en número y persona. O en género y número como se conocía hace años. Porque si “los perros son lindos” entonces también “Se venden colas” pues, convertidas las frases a voz pasiva, no se dice “los perros es lindos” ni “Las colas es vendidas” sino “las colas son vendidas” y “los perros son lindos”. Y disculpen el pedestre pero comprensible ejemplo. La mala comprensión del texto leído o escuchado, repercute en el pensamiento y en la expresión.
Eso pasa cuando en un gremio cualquiera sus dirigentes le prestan más atención e interés al Poder Político que a la deontología y la capacitación en la profesión. V. Gr. la UNE y su matriz política, el MPD. Y, Vr. y Gr., en los gremios de Periodistas y Médicos que deploran que sus profesiones hayan sido Reglamentadas en el Gobierno anterior. Porque no hay una sola actividad humana que no deba ni tenga que estar sometida a la regulación de la Ley. Pero ese es otro aunque muy importante asunto, que excede las intenciones de este artículo.

Y vamos a lo que vinimos…
Así pues, dibujemos con alguna claridad una respuesta mal leída o mal escuchada, peor entendida, o interpretada con prejuicios. Cuando el Ex Presidente Rafael Correa se refirió a Jaime Nebot en la entrevista con Orlando Pérez en Enclave Política de esta semana, dijo exactamente: “Cuánto más vamos a esperar para darnos cuenta de que estos tipos (el gobierno actual en pleno) nos llevan al precipicio. Que el gobierno se haga a un costado y asuma alguien con liderazgo, ejemplo Jaime Nebot. Yo apoyaría al mayor anticorreista pero que tenga liderazgo, que actúe en función del bien común. Claro, a nivel económico van a hacer de las suyas, pero que a nivel sanitario haga lo que hay que hacer. Y es obvio lo que hay qué hacer, pero se requiere liderazgo, autoridad y decisión que no existe en este momento en la república. Hay que hacerse cargo ya de una transición hasta las eleciones del 2021 porque va a recibir un país destrozado (…). Estamos hablando de la supervivencia de la propia república” (sic).
El Ex Presidente NO propuso a Jaime Nebot para la Presidencia de la República. Lo propuso como el único líder que tiene la derecha para hacerse cargo del gobierno en un momento especialmente grave para el país, en el cual el Gobierno, que debería hacerse cargo de la Emergencia, no aparece por ninguna parte por incapacidad ejecutiva, intelectual y moral. Y en un régimen de derecha en el que ni las FF AA ni el aparato Empresarial al mando, aceptarían entregar la Autoridad a un Líder de izquierda por capacitado que sea. La Derecha tiene el poder en sus manos y no van a aceptar a quien no les convenga porque no es de los suyos o no sea manejable. Esa es la única razón de esa propuesta, inducida por la desesperación del Ex Presidente, por su Dolor de Patria y ante la imposibilidad de un candidato viable mejor en la Derecha.
Se equivoca, por cierto, pero lo hace pensando en la grave emergencia que atraviesa el país –el mundo–, y ante la absoluta falta de liderazgo y de capacidad intelectual, moral, política y humana del mandatario actual. Y ante la igual condición del Vice Presidente, a quien lo único que le falta para igualar a su jefe en ignorancia, incapacidad, mediocridad y falta de liderazgo, es la silla de ruedas.
Y se equivoca de buena fe por la urgencia de liderazgo en el momento que vive la nación. Porque una cosa es Liderazgo Político en momentos cruciales, y otra muy distinta haber heredado un Cacicazgo regional utilizado por décadas en beneficio propio y no en favor de la comunidad que se regenta. Pero, como se dice al norte caribeño, “Es lo que hay”. Y lo que hay en la derecha, lo único que hay políticamente hablando, es el abogado Nebot. Ser el clon tuneado de Álvaro Novoa, no le otorga liderazgo a Guillermo Lasso, el beneficiario corrupto del Feriado Bancario.

Clases de Liderazgos
Y ahora, hablemos de Liderazgos y de por qué no es Jaime Nebot el mejor personaje para sacar al país de esta gravísima situación que, además, es mundial, y en la que desde luego no tiene ninguna responsabilidad el actual mandatario.
En el espacio de gobierno de nuestros países, y creo que en todos los países del mundo, suelen tener cabida, y la han tenido, liderazgos de varias clases, y pongo algunos ejemplos entre los pocos buenos y los muchos malos y peores en América Latina: Políticos (Pepe Mujica en Uruguay, Carlos Lleras Restrepo, en Colombia, AMLO en México), Militares (Hugo Chávez en Venezuela, Juan Domingo Perón y José Rafael Videla en Argentina), Empresariales (Mauricio Macri en Argentina, Vicente Fox, en México, León Febres Cordero en Ecuador, Sebastián Piñera en Chile, Álvaro Uribe (hacendado) en Colombia), Faranduleros (Ronald Reagan y Donad Trump en EE UU, Enrique Peña Nieto en México).
No es difícil ubicar los extremos: Pepe Mujica y José Rafael Videla representan lo positivo y lo perverso que puede ser un liderazgo.
El Subcontinente Latinoamericano necesita y merece un Liderazgo Personal, Social, Humanista, Intelectual, Cultural, ideológico de preferencia a político y, sobre todo, Moral.
En América Latina no hemos tenido sino un par de liderazgos que reúnan tales características y que, además, no estén percudidos por la seudo cultura de clase aristocrática, militar o empresarial, usualmente nefastas. Los de Fidel Castro Rus en Cuba y el de Hugo Chávez Frías en Venezuela, aunque el origen del segundo hayan sido las FF AA, en su caso decantadas en una cultura histórica que hizo de Simón Bolívar el paradigma de un pensamiento originado en un personaje del humanismo y la Cultura: Don Simón Rodríguez, maestro entre maestros. Por cierto, ambos, Castro y Chávez, calificados como Dictadores por la derecha regional y por el Imperio, porque no encuadraban en los estrechos límites de la Democracia Representativa al uso, que jamás representa a los pueblos sino a las élites.

Entonces, ¿qué queremos, qué necesitamos y qué tenemos derecho a exigir?
Empecemos preguntándonos, ¿qué clase de liderazgo requieren hoy los países del mundo y en especial aquellos en donde no existe ninguno como es nuestro caso? Veamos:
NO Político. Un liderazgo exclusivamente político corre el riesgo de estar al servicio de las élites derechistas tradicionalmente dominantes, puesto que nuestros lideres políticos han demostrado, no solo incapacidad para gobernar en beneficio de todos pero especialmente de los marginados y excluidos, sino que, con muy pocas excepciones, han sido serviles y sumisos al Imperio, a la corrupción tradicional y a las presiones de las élites empresariales, que no tienen otro norte que sus beneficios y la rentabilidad de sus inversiones.
NO Empresarial. Los ejemplos negativos citados arriba, Mauricio Macri, Vicente Fox, Álvaro Uribe Vélez, Sebastián Piñera, han dejado a sus países no solo en bancarrota sino hundidos en un desprestigio social, nacional e internacional que confirma el hecho sustancial y lógico de que un País no es una tienda grande, ni un supermercado ni una empresa industrial que deba rendir utilidades anuales a sus Accionistas. Un País es el territorio geográfico de una Nación que alberga un conjunto heterogéneo de personas que conforman una comunidad social que requiere de Servicios Públicos, Seguridad Democrática, Justicia Imparcial y Presencia Internacional, entre otras características que no puede cumplir un Gerente por exitoso que sea, sino un Estadista al que le quepa la nación entera en la cabeza.
NO Militar. Es en este espacio del Poder en manos de las milicias en donde América Latina ha tenido las peores experiencias posibles. Por la simple razón de que un País tampoco es un cuartel ni la vida pública de la nación es una Campaña Militar que se resuelve a fuerza de batallas, cañones, fusiles y represión. Los miles de desaparecidos, torturados, asesinados, arrojados al mar, enterrados en fosas comunes o incinerados en los hornos del Poder, muestran con claridad no meridiana sino oscura y criminal, los estragos que el Poder Militar puede causar en una nación de civiles indefensos.
NO Religioso. Basta mirar hacia las satrapías del Oriente Medio, con su peor ejemplo en la Arabia Saudita, así como a los regímenes ultra fanáticos en la Europa de las Guerras Religiosas o de la Inquisición nacida en la España fanática de Felipe y aupada por el papado vaticano, para darnos cuenta de que Gobernar en nombre de un dios cualquiera, Yavhé, Jehova o Alá, conduce irremediablemente a la exclusión cultural y a la reducción del pensamiento a los dogmas arbitrarios de una sola doctrina que se impone a sangre, fuego y hogueras.
En síntesis, una Nación de pueblos y comunidades, un Estado de Instituciones racionales dirigidas hacia el bien común, un País con limites geográficos pero sin límites internos porque es una sola Entidad Político Jurídica, requiere de Liderazgos Éticos, Sociales, Humanistas y Culturales que vean a ese espacio social, geográfico y humano como un todo que necesita, y exige por Derecho Natural, Bienestar General y Presencia de Autoridad legitimada por el Bien Obrar de un Administrador capaz. Personaje que solo cabe en una palabra de significados profundamente filosóficos y Éticos: Estadista.
No resumo la definición de algún Tratado de política sino que me remito, exclusivamente, al significado de la palabra en el Diccionario de la Lengua Española:
ESTADISTA: Persona con gran saber y experiencia en asuntos del Estado.
Nada más. Pero nada menos.
Y el abogado Jaime Nebot, no cumple ni de lejos con esas condiciones básicas. Es un político devenido empresario y hacendado por lergado paterno, que recibió en herencia espuria un cacicazgo, y devino Alcalde. Es un Político Profesional, en el peor sentido del término, que, al amparo de su ejercicio del Poder, se hizo cercano al estamento militar por conveniencia o por convicciones fascistoides, pero está muy lejano del quehacer cultural y actúa con probada tendencia a la represión y al crimen de Estado.

Comentarios

Rene Arias ha dicho que…
Excelente, me permite publicar a algunos para que entiendan.

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